Retenedores Fijos
Te explicamos qué son los retenedores fijos de ortodoncia, tipos que existen, ventajas, desventajas y cuándo es recomendado usarlos. También si son la mejor opción.
¿Qué es un Retenedor Fijo?
Un retenedor fijo es un dispositivo de retención en ortodoncia. Hecho de un alambre trenzado o liso, se moldea y adhiere a las caras internas de los dientes anteriores.
De acción pasiva, su función es evitar el movimiento dental no deseado tras haber completado un tratamiento de ortodoncia con brackets o alineadores.
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Tipos de retenedores fijos
Los tipos principales son dos, y sus grandes diferencias son la composición y organización del metal, también su diseño. Veamos los dos junto con sus detalles:
Retenedor Fijo Trenzado: Se compone de varios hilos metálicos que se entrelazan para formar un alambre más fuerte. Este tipo de alambre se fija en la parte posterior de los dientes anteriores (generalmente en los incisivos y caninos).
Retenedor Fijo Ondulado: También llamado retenedor higiénico, consta de un alambre liso, con un diseño en ondas para evitar bloquear el acceso entre los dientes de la seda o hilo dental.
Ventajas de los Retenedores Fijos
1. No Depende del Usuario
A diferencia de los retenedores removibles, que deben usarse según las indicaciones y pueden olvidarse o perderse, el retenedor fijo siempre está en su lugar. Esto es una ventaja significativa, especialmente para personas que pueden ser menos disciplinadas con el uso de retenedores removibles.
2. Mayor Eficacia a Largo Plazo
Por ende, el retenedor fijo ofrece una retención constante y eficaz. Así, evita cualquier tipo de movimiento dental, especialmente en los dientes anteriores, que son los más propensos a sufrir un desalineamiento tras un tratamiento de ortodoncia.
3. Comodidad
Una vez colocado, el retenedor fijo es prácticamente imperceptible para el paciente. A diferencia de los retenedores removibles, que pueden interferir con el habla o causar incomodidad, el retenedor fijo no afecta las actividades diarias, como el hablar o comer.
4. Estética
El retenedor fijo es invisible desde el exterior, ya que se coloca en la parte posterior de los dientes. Esto lo convierte en una opción estética ideal para aquellos que no desean que se vea ningún dispositivo en su boca tras el tratamiento ortodóntico.
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Desventajas de los Retenedores Fijos
1. Dificultad en la Higiene Bucal
Uno de los mayores inconvenientes de los retenedores fijos es que dificultan el cepillado y el uso del hilo dental en la zona donde están colocados, especialmente los de alambre trenzado, los ondulados no tienen este problema.
2. Posibles Daños al Alambre
Aunque el alambre es resistente, puede romperse o despegarse con el tiempo. Comer alimentos duros o morder objetos puede causar daños en el retenedor fijo, lo que requerirá una visita al ortodoncista para repararlo o reemplazarlo.
3. Costos de Mantenimiento
En comparación con los retenedores removibles, los retenedores fijos pueden tener costos adicionales a largo plazo debido a las posibles reparaciones o ajustes necesarios. Si el retenedor se daña o se despega, deberá repararse de inmediato para evitar que los dientes comiencen a moverse nuevamente.
4. Incomodidad Inicial
Aunque muchos pacientes se adaptan rápidamente, al principio puede haber una ligera incomodidad o irritación en la lengua debido al contacto constante con el alambre.
¿Cuándo es Recomendable Usar un Retenedor Fijo?
Los ortodoncistas suelen recomendar retenedores fijos en los siguientes casos:
- Pacientes con alto riesgo de recaída: Si se sospecha que los dientes tienen una alta probabilidad de moverse tras el tratamiento.
- Dientes muy apiñados antes del tratamiento: Cuando los dientes estaban muy mal alineados, un retenedor fijo ofrece una mejor garantía de que los resultados perduren.
- Pacientes jóvenes: En algunos casos, a adolescentes se les recomienda un retenedor fijo, ya que pueden ser menos consistentes con el uso de retenedores removibles.
¿Es el Retenedor Fijo la Mejor Opción?
La elección del retenedor depende de las características particulares de cada paciente. Los retenedores fijos ofrecen una solución de mantenimiento a largo plazo y sin intervención diaria por parte del paciente, pero pueden no ser la opción más conveniente para quienes valoran una higiene dental sin obstáculos. Es esencial discutir con el ortodoncista qué opción es la más adecuada, considerando factores como la estructura dental, hábitos de higiene, y estilo de vida.
